La calle se caracteriza por la espacialidad (o así debería ser).
Para nuestra intervención nos hemos basado en el acotado de esta para crear nuevos usos y actividades, con carácter efímero.
De esta manera, necesitamos un suelo o tapiz que nos delimite nuestro movimiento (véase foto de los recorridos de colores); un lateral (parcialmente), como una portería de fútbol dibujada con tiza en la pared nos permite jugar; y un techo que nos cubra (ilumine, proteja,... referencia al proyecto de Cruz y Ortiz en el Rijsmuseum, que a pesar de haber una montera y forjado en lo alto de la sala, se crea una segunda piel para iluminación, la cual nos da otra visión en la sala del elemento mas cercano que tenemos "por arriba").
No hay comentarios:
Publicar un comentario