13.10.13

París. La calle como objeto contemplativo.

En muchas ocasiones, la cultura y la tradición afectan al comportamiento autómata de los habitantes de un lugar. Es el caso de la forma en la que los cafés de Francia  habitan la calle. 

En contraposición a como es entendido este espacio en España, concebido como lugar de terraza y destinado a la reunión de los individuos en torno a una mesa, en Francia esta acción  se vuelca hacia la calle, disponiendo las sillas de manera que se entienda esta como una zona de contemplación más que de mero escenario ajeno. Se le da la espalda al café para divisar la calle.




La foto es del famoso Café de Flore del barrio de Saint Germaine en París, escenario escogido por numerosos personajes públicos como lugar de ocio, de charla, de trabajo, siempre en torno a la realidad de la calle.


José Antonio Portero Serrano
Jesús Rodriguez Palacios

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