27.10.13

Modos de ocupación: Alfombras devocional en Ouro Preto-MG-Brasil

Artistas y artesanos que trabajan en las alfombras que tejen.

Hacer alfombras en ocasiones festivas llegaron al Brasil por una tradición europea, a partir de las procesiones triunfales romanos. Pero la relación de fiestas religiosas con una decoración urbana y las prácticas espectaculares también está presente en el hinduismo y otras religiones. En este carácter barroco brasileño tuvo una enorme expresividad.

Alfombras Ouro Preto particularizar la medida en que los elementos del contexto crea un espacio marco histórico, la condición de la presencia inusual de dos iglesias matrices en una parroquia de la ciudad de origen - Villa Rica, fundado por la unión legal de los pueblos de Nuestra Señora del Pilar Nuestra Señora de la Concepción y Antonio Días-, y el origen de una ciudadanía descansaba en un conflicto sobre el territorio ungido por la religiosidad. Ciudad de parroquia de origen con dos iglesias parroquiales, y una disputa sobre primacía del derecho en la celebración de la resurrección de Jesucristo.

Proceso de creación de un panel.

Panel listo, izquierda, y la ceremonia en torno a la derecha.


En Ouro Preto la tradición es a causa de la Parroquia del Pilar, que durante casi tres siglos, se turnan en la organización del evento con la Parroquia de la Concepción de Antonio Días. El domingo de Pascua, la ciudad es tomada por las alfombras. Verdaderas obras de arte, colorear las colinas del centenario de Ouro Preto, en representación de la fe cristiana de sus residentes.

Diferentes materiales y colores utilizados en la fabricación de las alfombras.
Con cerca de dos kilómetros de longitud, la ruta de la procesión conecta la matriz de la Iglesia del Pilar del Buen Señor Jesús Matozinhos. Hecho con pétalos de rosa, color de aserrín, hojas y polvo de café, granos de cristal, harina de trigo de cal, arena blanca y color, tapas de botella, cáscara de huevo de tierra y otros productos, alfombras cubren las calles con imágenes que simbolizan la fe cristiana. Cada familia es responsable de la decoración del espacio frente a su residencia. Por lo tanto, independientemente de las creencias religiosas, las personas ocupan las calles, incluso durante la noche, con ayuda de grupos de artistas que ofrecen moldes y materiales, de modo que cada uno pueda participar e intervenir.





















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