27.10.13

HISTORIA DE LA PLAZA DEL SALVADOR




A lo largo de la historia, esta plaza ha formado parte de los enclaves privilegiados de la ciudad de Sevilla, puede que incluso pudo formar parte del Foro Imperial de la Híspalis romana.

Prueba de que este enclave siguió siendo centro de la vida urbana durante la etapa andalusí, es la construcción en el 829, de la antigua mezquita mayor, sobre los restos de la antigua basílica. El edificio fue mezquita mayor de la ciudad hasta 1184, año en el que fue construida la nueva mezquita mayor hoy Catedral.

Cuando los cristianos conquistaron Sevilla, la mezquita de Ibn Adabbas era el segundo centro religioso de la ciudad, por lo que los nuevos gobernantes permitieron que siguiera siendo mezquita para uso de los musulmanes hasta 1340, fecha en la que instaló en ella la parroquia del Salvador. Los cristianos para mantener ese rango de segundo edificio religioso de la ciudad, le dieron el carácter de Iglesia Colegial.

En cuanto al uso de la Plaza, al estar tan cercana a la mezquita aljama, atrajo constantemente público y actividades extraeconómicas. La Plaza desempeño un papel crucial en la vida Sevillana andalusí.

Las primeras referencias literarias tienden a identificarla como Plaza del Cementerio o del Cementerio del Salvador, denominación que decae a mediados del siglo XV para adoptar la de San Salvador.

A partir del siglo XIV, se documenta que una parte del espacio público fue utilizado como cementerio y durante siglos estuvo sin urbanizar, aunque ya desde finales del siglo XV el resto del espacio aparezca enladrillado y posteriormente empedrado.

Debido a la costumbre generalizada en el Occidente cristiano de enterrar a los difuntos en lugares sagrados intramuros, se dieron lugar la aparición de multitud de epidemias y falta de salubridad.

Los dos edificios singulares de la plaza del Salvador son la Iglesia del Divino Salvador y el Hospital de Nuestra Señora de la Paz.

Presentando un aspecto muy distinto del que hoy vemos, esta plaza estuvo desde principios del siglo XV rodeada de soportales y la parte que comunicaba con la actual calle Álvarez Quintero estaba cerrada. El centro de la Plaza, circundado por un murete, estaba muy rebajado, descendiéndose a él por unos escalones. Los soportales eran de pies de madera y posteriormente fueron sustituidos por columnas de mármol.

Estos soportales que estaban en todos los frentes de la Plaza permanecieron hasta finales del siglo XIX, de los cuales en la actualidad solo permanecen en uno de los flancos sirviendo de “techo” a populares tabernas y comercios.

Esta céntrica Plaza del Salvador gozó siempre del privilegio de ser un espacio por donde transcurría o tenía lugar grandes celebraciones vinculadas a la ciudad.




Desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, la Plaza del Salvador se representa básicamente como ha llegado hasta hoy, con una hilera perimetral de arbolado y la mayor parte de la superficie adoquinada.



Jose Antonio Jarana Boy _ Nazaret Pérez García

No hay comentarios:

Publicar un comentario