Este evento se lleva a cabo gracias a la participación de todos los vecinos, que se encargan tanto de financiarlo como de gestionar todo el papeleo que genera las quejas por ruido y demás incidencias.
En el mismo callejón se reúnen varios centenares de personas, un autobús de dos pisos que funciona como terraza para ver el espectáculo, un castillo hinchable para los niños, una máquina de espuma, letrinas para los necesitados —nada en San Francisco se organiza sin cabinas químicas: orinar en donde a uno le apriete es una descortesía y una falta de civismo—, cerveza, burbujas de jabón, globos, decoración facial, algunos disfraces, gente con poca ropa —otro símbolo de identidad local— y, lo mas importante, la actuación en un escenario situado en un extremo de Abbey donde actúan grupos de carácter local.
Manuel Ángel Vázquez Beltrán
José Manuel Camacho Bermudo
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